- Proyecto educativo anclado en el Evangelio y conformado por valores objetivos y universales que orientan y dan sentido a la vida.
- Permanente diálogo de la fe con la cultura, con el cual el alumno integra en su formación humana la dimensión religiosa.
- Aprendizaje basado en el esfuerzo, orientación y sentido.
- Formación integral del alumno, proporcionándole las herramientas necesarias para que aprenda a conocer, hacer y ser, haciendo posible una personalidad crítica y libre ante cualquier intento de desestructuración.
- Nuestra tarea educativa hunde sus raíces en la naturaleza misma del hombre, creado a imagen de Dios y en la dignidad de la persona que esta realidad conlleva.
- Acercamiento personalizado al alumno, no sólo para valorar y apoyarle en la evolución de su individual proceso de aprendizaje, sino también y, especialmente, para acompañarle en su crecimiento afectivo, en su inserción social y en su progreso espiritual.
- Nuestro humanismo propugna una visión de la sociedad centrada en la persona humana y en sus derechos inalienables.
- Planes de formación dirigidos directamente a los padres con la finalidad de conseguir una mayor implicación de los mismos en el proceso educativo de sus hijos, como son las Escuelas de Padres.